Por: Luis Gárate
El ascenso en las últimas semanas de la candidatura de Verónika Mendoza y su cercanía a una segunda vuelta con Keiko Fujimori, ha puesto en alerta a los grupos de poder, que ven en su figura un cuestionamiento al modelo de país, a que las cosas sigan como están y no les “malogren su plan”.
Como parte de la creciente guerra sucia a la que está acostumbrada la derecha, el Apra y sus voceros, buscan endilgar a la candidatura del Frente Amplio una serie de epítetos e infundios que no se corresponden con la realidad. Aquí algunas aclaraciones que para algunos pueden sonar a obvias, pero es bueno remarcarlas:
- Verónika representa una propuesta de izquierda. Este sector de la política se ha caracterizado a lo largo de la historia por representar propuestas de una democracia con más participación del pueblo, por más presencia del Estado en la actividad económica, que garantice igualdad de oportunidad y servicios públicos gratuitos y de calidad. La izquierda -al igual que la derecha- está llena de matices y niveles de radicalidad; en ella se incluyen desde posiciones liberales, anarquistas, cristianas, socialistas, socialdemócratas, socialistas, comunistas, entre otras. Recordemos también que el Frente Amplio no es un partido, ni agrupa a toda la izquierda peruana. Es un frente de partidos, movimientos y colectivos, que tiene una unidad en torno a un programa. Esperemos que como frente pueda consolidarse y haya el desprendimiento suficiente de los que lo componen, en especial del partido que tiene la inscripción electoral, Tierra y Libertad para que ese espacio se consolide y pueda convocar a otros sectores de izquierda política y social que no están en el FA.
- Verónika no es comunista. La candidata del FA podríamos considerarla de una izquierda libertaria, pero claramente no es comunista. El término lo usan algunos sectores derechistas como descalificativo, para asociarlo al pasado, al muro de Berlín, a dictaduras y también al terrorismo senderista. Pero no se detienen si quiera a analizar qué proponen los comunistas peruanos hoy. En el país existen 2 partidos comunistas: el Partido Comunista del Perú- Patria Roja y el Partido Comunista Peruano, ambos con vida orgánica en todo el país y presencia en sectores como el sindical, magisterial y estudiantil. Ambos partidos no pertenecen al FA, pero apoyan la candidatura de Mendoza.
- Verónika no es “chavista”. Este nuevo concepto derechista es usado como un insulto para acusar a los partidos y militantes de izquierda, que busca ser asociado automáticamente a conceptos como el autoritarismo, estatismo, violencia, entre otros. Más allá de nuestra opinión sobre la experiencia venezolana, lo cierto es que la candidata claramente ha expresado sus distancias desde el comienzo con la experiencia del socialismo bolivariano, así como los principales dirigentes del Frente Amplio. Además las supuestas pruebas grafotécnicas de su letra en las famosas “agendas” de Nadine Heredia no son tales, lo reconoció el perito Andrés Begazo quien dijo que se trataba de una “apreciación preliminar, no un peritaje firmado”, es decir se trata de un escándalo sembrado para generar dudas, más que un hecho probado.
- Verónika no es “caviar”. Este concepto es otro de los típicos insultos de la derecha y ahora cada vez más usado por algunos sectores de izquierda que quieren aparecer como más radicales. Caviar se usa, normalmente con ligereza, para hablar de izquierdistas que viven de la cooperación internacional y el mundo académico que se “darían una gran vida” mientras dicen “luchar por los pobres”. Lo que se conoce de la vida pública y privada de Mendoza es que ha trabajado en proyectos de desarrollo en Cusco y otras provincias, y vive modestamente en un distrito de clase media de Lima. Una buena parte de su equipo técnico proviene de ONGs y el mundo académico, pueden tener limitaciones, pero eso no los descalifica. La izquierda es un sector que cuenta con una buena gama de profesionales, aunque insuficiente aún para asumir todas las funciones esenciales del Estado peruano.
Si tenemos claro esto y analizamos las propuestas programáticas del Frente Amplio, nos daremos cuenta que no hay nada de los que dicen los insultos, sino propuestas para un proceso de reformas democráticas, progresistas, incluso en el marco de una economía de libre marcado que requiere el país. Esos cambios incluyen una nueva Constitución que le regrese algunas funciones al Estado; un Estado Laico, que garantice derechos básicos como educación y salud gratuitas y de calidad; que garantice un Estado regulador en beneficio de los consumidores y el medio ambiente, entre otros aspectos.
Es importante que expliquemos estos y otros conceptos a la mayor cantidad de la población, pues en medio de las campañas de insultos y desinformación la verdad siempre pierde, se distorsiona y se busca confundir más a la gente. Si sigue la campaña de propuesta, ideas claras y visitando todos los rincones del país, Verónika con seguridad podrá remontar ante los burdos ataques, consolidarse como una alternativa para una segunda vuelta y enfrentar la amenaza del retorno del fujimorismo.