José Carlos Mariátegui vive entre nosotros. Declaración Final del Simposio Internacional. Lima 12 – 14 de junio del 2014

DECLARACIÓN FINAL

Al concluir el Simposio “José Carlos Mariátegui vive entre nosotros”, que se desarrollara en Lima convocado por la Casa Mariátegui y la Asociación Amigos de Mariátegui bajo el auspicio del Congresista Manuel Dammert Ego Aguirre, y en el que participaron expositores de Brasil, Cuba, Venezuela y Perú; se aprobó unánimemente la siguiente Declaración:

A los 120 años del nacimiento de José Carlos Mariátegui se constata que su pensamiento y acción continúan vivos en la conciencia de los pueblos. Perdura su mensaje, que alienta un escenario en el que millones de seres humanos buscan caminos para la liberación de nuestro continente.

Hoy se afirma, en efecto en América Latina y el Caribe un proceso continental que constituye -como anhelaba El Amauta- un reto a la imaginación de los hombres. Fue ella la que condujo a los libertadores por la ruta que encendiera el continente hace doscientos años y que hoy recobra iniciativa gracias a los cambios emancipadores que ocurren en diversos países.

En ellos, con distintas variantes, se afirma la idea de un mundo solidario para el tiempo que se perfila en el horizonte. De ese modo se proyecta el ideal socialista que sustentado en el mensaje que aludimos, interesa crecientemente a Nuestra América.

Reunidos por esa razón en el Simposio Internacional “José Carlos Mariátegui vive entre nosotros”, convocado en junio del 2014 por la Casa Mariátegui que funciona en el Perú adscrita al Ministerio de Cultura, y por la Asociación Amigos de Mariátegui; concebimos que nuestro deber es aportar al desarrollo de la cultura, el arte, el pensamiento social y la política, entendida como un ejercidito ético orientado a encarar los retos que hoy afronta nuestro continente.

América lleva sobre sus hombros un pasado que no ha permitido superar las lacras que subsisten casi en todos los países, legadas por la dominación, la  discriminación y la explotación de recursos y de pueblos. Junín y Ayacucho fueron, en la historia, hitos gloriosos que convocaron nuestra Independencia, pero ella aún está latente en el corazón de millones y no se concretará mientras el analfabetismo, el hambre, la miseria y el atraso social no sean superados ni vencidos por la voluntad y el trabajo de todos.

El pensamiento de Mariátegui interpreta cabalmente los ideales de una sociedad nueva en la que sea posible realizar los sueños de la humanidad. Serán la base del socialismo del futuro que hoy se inscribe en la bandera de hombres y mujeres tradicionalmente marginados y empobrecidos por una sociedad injusta y sometida a los caprichos de grupos de poder ajenos a las reales necesidades de los pueblos.

A esos propósitos, nos sumamos afirmando la voluntad de hacer honor al legado de Mariátegui y a persistir en su lucha, y en sus sabias enseñanzas.

Lima,  14 de junio del 2014