A PROPOSITO DEL PODER

Por: Frank James García Castillo

Con el advenimiento de la sociedad burguesa actual, podemos observar que uno de los rasgos que manifiesta el predominio del triunfo neoliberal es su condición de dominador ideológico, al punto de construir la agenda del debate entre intelectuales hasta la de generar la visión de que esta sociedad, es incambiable, además de superable, por ello al sistema le resulta imprescindible potenciar el carácter fetichista de la sociedad capitalista y ocultar lo más que se pueda su naturaleza explotadora, injusta e inhumana. Todo ello también mediante la construcción de un sentido común de aceptación general dentro de la sociedad actual.

Con sus voceros, y sus teorizaciones sobre el fin de la historia, el fin de las utopías, etc, el capitalismo no solamente se contenta con disimular que la esclavitud del trabajo asalariado aparezca en realidad como un universo de trabajadores “libres” que concurren a vender su fuerza de trabajo en el mercado, o que la “libertad” se reduzca al mero consumo de mercancías, o la libertad de expresión no sea sino lo que el sistema espera oír, pues una de las cuestiones que busca es desaparecer de la agenda de debate toda temática en cuestión del poder.

Como es sabido uno de los triunfos de la ideología capitalista es alejar del debate intelectual las cuestiones relacionadas al poder, haciendo de este un mero tema de “políticos”, luego de construir, o mejor dicho de destruir a éstos últimos, creando así el espacio propicio para que el debate intelectual se convierta en una cuestión funcional al sistema.

Me resulta preocupante esto, a partir de una reflexión que hice luego de escuchar una opinión que aparte de pobre rozaba con la estupidez, pues un estudiante con aires de intelectual renegaba de los grupos políticos pues porque “tienen hambre de poder”, y es esta opinión tan simple que para algunos podría ser nimia, lo que manifiesta la victoria del capitalismo o mejor dicho el reflejo de lo impregnado que esta la ideología neoliberal.

Pero ¿por qué sería esta cuestión tan simple un reflejo del triunfo neoliberal? Veamos, uno de los triunfos del neoliberalismo es la crear su propio sentido común, el mismo que aleja o reniega a las personas de cuestiones que deberían ser el centro de debate, de importancia y de reflexión, como es en este caso la política, para ello el sistema no usó el azar, sino, en palabras de Noam Chomsky, esto es producto de un proyecto tendiente a “manufacturar un consenso”, el mismo que Atilio Borón sostiene está orientado a “producir un duradero lavado de cerebro que permita la aplicación aceitada de las políticas promovidas por los capitalistas”.

Es así como el sistema aleja de las preocupaciones de la gente las cuestiones que pudieran permitirle alejarse del “pensamiento único” que busca consolidar. Ahora el sentido común es renegar de la política, y por ende de los políticos, renegar del “hambre de poder” de una agrupación política, renegar de los huelguistas, de los paros, de los ciudadanos de segunda clase, mientras crece la desocupación, se mercantilizan la salud, la educación, el medio ambiente, es decir se convierten en meras mercancías (intercambiadas entre “proveedores” y compradores) los otrora derechos ganados por las luchas de las clases populares.

La política se ha convertido hoy en día en una de las actividades menos valoradas en nuestra sociedad, por ello resulta impostergable para el capitalismo alejar de toda agenda de debate intelectual las reflexiones sobre el poder y la política, mientras no resulte funcional al sistema y al pensamiento único.