Por: Ramiro Quispe*

El 18 de Diciembre se conmemoró un aniversario más de la fundación del Partido Comunista Revolucionario, que integró Izquierda Unida, UNIR, y que tuvo entre sus líderes más conocidos al actual congresista Manuel Dammert. Pero alguno, incluso algún camarada, me dirá que haces tú hablando de ese partido si tu perteneces a Patria Roja. Es cierto. El asunto es que en nuestras filas hoy, militan cuadros que provienen del Partido Comunista Revolucionario, que se forjaron en esa escuela, cultivaron sus propias tradiciones, estilos y conmemoraron también sus propios hitos.

Ellos no evocan con la misma trascendencia, la VI Conferencia Nacional en la que insurge el Partido Comunista del Perú Patria Roja. El PCR se forma dos años después de la VII Conferencia Nacional. Por un lado podemos decir que somos uno en lo ideológico, político y orgánico y que eso caracteriza nuestro Partido. Pero ni la VI ni la VII Conferencias son un eje de unidad partidaria. Son hitos en nuestra historia, momentos trascendentales, pero para ingresar al Partido incluidas las nuevas generaciones, no es requisito unificarse en torno a ellas.

Es como si en la comisión que hace algún tiempo decidieran conformar nuestro Partido y el Partido Comunista Peruano a efectos de ver el tema de la unidad, se plantee en la agenda la división del movimiento comunista internacional  de 1963, o la IV Conferencia de 1964.

Es como si siguiéramos hoy, educando a nuestra militancia joven en el “antirevisionismo”, o por el otro lado en el “antimaoísmo”. Si cultivásemos en nuestros jóvenes camaradas nuestra experiencia de la lucha contra “el revisionismo”, como podríamos hablarles luego de unidad con el “revisionismo” sin confundirlos.  ¿Implica ésto renunciar a la lucha ideológica? De ninguna manera, al contrario significa utilizarla como una herramienta verdaderamente efectiva para la lucha por la construcción del partido. Además nuestros enfrentamientos en la Universidad de Ica cuestionan la práctica de algunos dizque comunistas, no su condición ni su militancia, es su consecuencia con esa militancia comunista en todo caso lo que reclaman nuestros jóvenes allí.

Es como si ignoráramos, perdiéramos de vista que desde hace buen tiempo en Ica tenemos vínculos con trabajadores, con obreros. Y en esa relación es preciso resaltar como en nuestra práctica concreta, desde la perspectiva del obrero, en la base, no se justifica que existan dos partidos comunistas -o más-. Nos ha pasado en Ica que ambos partidos hemos convocado a la vez, al mismo grupo de obreros, para que asistan al mismo acto político. En ese acto nos han visto juntos, antes nos habían visto juntos en el acto de aniversario del Partido en Octubre con la presencia del camarada Moreno, al que invitamos a los camaradas del PC y al que solo asistieron sus dirigentes obreros. Ese mismo grupo de trabajadores nos han seguido y trabajado en las elecciones de UD, han estado hasta el final esperando el resultado del proceso eleccionario. Ellos nos han considerado igual, como “camaradas”. Cómo decirles que nosotros somos “la verdadera vanguardia”, la “única vanguardia obrera”. En qué momento, ¿al hablarles de las corrientes sindicales, del movimiento sindical clasista? Ya, hacemos la diferenciación, y luego cómo les afirmamos que nosotros somos los verdaderos y los otros son los falsos, sin romper en el obrero, en el joven comunista, la convicción en el lema que llama a unirse a los proletarios del mundo, cuando el mismo no se puede aplicar, o no somos capaces de aplicar, en nosotros, declarados comunistas.

Es por eso que en ésta fecha, saludamos a los camaradas que desde hace varios años ya, proviniendo de otras vertientes, militan y combaten leal y consecuentemente en nuestras filas. Particularmente a los camaradas que se educaron y formaron en el Partido Comunista Revolucionario, a los que vinieron, a los que vendrán. A los comunistas peruanos en general, que unidos en torno al marxismo leninismo, más allá de toda visión dogmática y sectaria, forjaremos un Partido capaz de las grandes transformaciones que requiere el país y la construcción del Perú nuevo en un mundo nuevo.

De allí que resulte vital una actitud de puertas abiertas y de profundo respeto hacia los comunistas que hoy no militan en nuestro partido, construyendo el espacio para que se forjen y eduquen los comunistas en torno a la ideología y la línea política claro que sí, pero también para la unidad y para la renovación, no para dar vueltas en el mismo camino, en el mismo círculo vicioso. Comunistas para cerrar un ciclo y abrir otro, para conquistar victorias, comunistas para vencer.

*Miembro del Comité Central