Por: Luis Gárate
La experiencia del Gobierno Regional en Cajamarca a cargo del Movimiento de Afirmación Social, tras una reelección con un claro respaldo del pueblo y por sus logros de gestión, merece sin duda un análisis de sus logros, alcances y limitaciones.
Por un lado, por el hecho político que ha implicado que una administración en la que participan militantes comunistas y de izquierda a través de un frente político ha podido continuar en condiciones muy complejas en la conducción de un nivel de administración estatal. En otro aspecto, porque está haciendo un aprendizaje en el proceso mismo, adoptando correctivos con el fin de hacer mucho más efectivo el engranaje público al servicio del pueblo.
Partido y movimientos sociales
Tanto el Partido Comunista del Perú- Patria Roja como el frente político MAS en Cajamarca han podido establecer una estrecha vinculación entre la organización política, las organizaciones sociales y la gestión del gobierno regional, que han permitido que se puedan asumir serios retos como enfrentar la prepotencia de un Estado casi privatizado y una empresa trasnacional – la minera Newmont Yanacocha- que desplegaron sus fuerzas represivas y medios de comunicación en busca de doblegar a todo un pueblo.
El liderazgo de Gregorio Santos como presidente regional reelecto -ahora circunstancialmente en prisión por una persecución política- y del actual presidente en funciones Porfirio Medina, se explica por un trabajo de más de 30 años del PC del P entre el campesinado. La organización de las rondas campesinas dan testimonio del salto de una organización social que se creó para velar por la seguridad comunal, a una que administra justicia comunal, desarrolla mecanismos de democracia directa y disputa espacios de gobierno y de poder.
Si bien la relación con los movimientos y organizaciones sociales es vital, el trabajo de orientar y politizar al movimiento es clave. Hay que administrar las tensiones propias de las elevadas expectativas de la población, pues con pocos recursos es necesario administrar con creatividad y austeridad los recursos públicos.
Retos de la gestión regional
Cajamarca tiene aún serias brechas económicas y sociales que cerrar, especialmente en cuanto a infraestructura, salud y educación. Siendo Cajamarca una región mayoritariamente rural, la población vinculada a la activada agrícola y ganadera es la prioridad tiene para la gestión. Cabe recordar que cerca del 70 % de la PEA ocupada trabaja en el sector agropecuario, el cual aporta un 21% del PBI de la región.
La región tiene más de un millón y medio de habitantes y una población rural del cerca del 67 %, según información del INEI; la actividad que mayor ocupación brinda a la PEA es la agricultura, con un 55,5%, seguida por actividades como el comercio, la manufactura, el turismo y la minería, con un 1.2%.
El presupuesto inicial de apertura del gobierno de este año es de algo más de 1000 millones de soles. El 80 % de ese presupuesto de apertura se destina en planilla. Es decir quedan cerca de 30 millones de soles para realizar proyectos de inversión pública. A eso hay que añadirle que el liderazgo de Goyo Santos a la cabeza de la región, propinaron una duro revés político a la gestión de Ollanta Humala tras la paralización del proyecto Conga, lo que le ha valido persecución y hostilidad del gobierno central.
Cabe mencionar que solo la Municipalidad Provincial de Cajamarca cuenta con más de 24 millones de soles para inversión de soles, un 27 por ciento de su presupuesto. Estos escasos ingresos de deben en buena medida a la baja recaudación del ingreso minero, la baja internacional de precios de minerales y en la producción.
Con estas limitaciones y con la intención de avanzar hacia el Nuevo Modelo de Desarrollo, la gestión regional está trabajando por establecer prioridades y ser muy creativa para poder brindar servicios de calidad a la población, y plantear proyectos que sean dinamizadores de las principales actividades productivas.
En esta etapa podemos constatar que resulta necesario tratar con el gobierno central pero siempre con independencia política. El gobierno regional tiene el deber de gestionar los proyectos y las obras para el pueblo, por lo que una coordinación con el gobierno central no implica ceder en principios o en negociar el cuestionamiento al proyecto Conga. Una coordinación a nivel de instancias del Estado se hace en bien de la región, y para establecer niveles de trabajo con los ministerios que tienen aún competencias y presupuesto importantes para obras clave en materia vial, obras de electrificación, apoyo tecnológico para las actividades agropecuarias, entre otras.
De esta manera a partir de las gestiones del presidente regional Porfirio Medina se han conseguido mayores recursos presupuestales a través de la transferencia de Proyectos de Inversión Pública por 523 millones de nuevos soles. Asimismo están encaminados importantes proyectos viales, un Centro de Innovación Tecnología para la ganadería, un Colegio de Alto Rendimiento, entre otros logros. Asimismo se están elaborando alianzas estratégicas y proyectos con el sector privado para incrementar la producción y exportación de caña de azúcar, café y la papa.
Minería y Nuevo Modelo de Desarrollo
La Sociedad de minería habla de una cartera de inversión minera para la región Cajamarca estimada en US$ 9,132 millones para los próximos años. Los cuatro proyectos importantes previstos en la región: Conga (US$4.800 millones), Galeno (US$2.500 millones), Michiquillay (US$700 millones) y La Granja (US$1.000 millones) están en evaluación por sus estudios de impacto y los consorcios mineros resuelven sus problemas financieros, en relación a los menores precios de los metales.
Un Nuevo Modelo de Desarrollo no implica rechazar la actividad minera. Construir un modelo pos extractivista en perspectiva desde una región, no parte por dejarla sin ingresos, sino avanzar en generar dinámicas económicas alternativas, promoviendo la asociatividad y el cooperativismo, tecnificando el agro, las actividades ganaderas y de cadenas productivas con valor agregado. Lo que si corresponde al gobierno regional, y con exigencia al nacional, es hacer cumplir la legalidad vigente en materia regulatoria, la zonificación económica ecológica y respetar la decisión de las comunidades ante su legítima preocupación de afectación en cabeceras de cuenca.
Prepararse para gobernar: de la región al país
El reto central del PC del P- Patria Roja y el MAS en Cajamarca no es solo fortalecer la región como base política, afirmando el trabajo de la organización, el frente y las organizaciones sociales, sino también de exhibir una gestión que con creatividad pueda superar las limitaciones presupuestales y burocráticas dispuestas por el gobierno de Ollanta Humala y el marco legal vigente.
La experiencia cajamarquina nos muestra las complejidades de trabajar en frente, pues se cuenta como MAS con importantes alcaldías provinciales y distritales con las que no siempre es sencillo mantener niveles fluidos de trabajo. Sin embargo hay un importante potencial de experiencia y formación de cuadros en esos niveles.
Como señala Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia: “para realizar un gobierno revolucionario se necesita armonizar la deliberación y participación del movimiento social, junto al desarrollo de la capacidad ejecutiva para lograr resultados. Asimismo el desarrollo económico debe ir a la par de la defensa de la madre tierra, hay que producir pero también preservar la naturaleza”.
La experiencia cajamarquina debe ser una escuela en sí misma, y permitir desarrollar la reflexión y la sistematización de experiencia de gestión pública y de trabajo político para una Escuela de Gobierno Alternativo, que como espacio académico y político nos permita abrirnos a la formación de más cuadros que se capaciten para asumir el reto de convertirnos en una alternativa progresista para el Perú.