Por: Rolando Breña
Es casi una tragicomedia el asunto del alumbramiento de la Comisión Congresal que se encargará de investigar lo concerniente a la presunta organización delictiva, a cuyo centro se síndica a Martin Belaunde Lossio; y que, peligrosamente, va ampliando sus redes de posibles implicados y amenaza con acerarse más a los propios predios de Palacio de Gobierno.
No sabemos si hoy viernes, podemos conocer ya sus conformantes que serán corolario de una cruenta batalla en la que aparentemente estarían en juego las vidas y trayectorias políticas de personas y partidos, comprobado por la violencia verbal, las acusaciones, los vetos, la búsqueda de mayorías, la soterrada o abierta guerra por la presidencia. Por lo pronto ya aparecen las primeras bajas y maniobras bélicas de esta batalla. La renuncia de YehudeSimón, obligada por el cargamonton a que fue sometido por sus colegas congresistas y por la prensa, que ocasionó el apartamiento de su grupo parlamentario en la conformación de la referida comisión. Mauricio Mülder denuncia el bloqueo del oficialismo a su participación, con un documento de la Oficialía Mayor recurriendo al Reglamento del Congreso que prohíbe que quien es firmante de la petición de formación de una Comisión Investigadora, forme parte de ella. Prohibición jamás tomada en cuenta en anteriores ocasiones según Mülder, pues muchos firmantes llegaron incluso a presidirlas. La lucha por la cabeza de la comisión es una batalla particular, pues generalmente de su comportamiento depende en gran parte la profundidad de los que se investiga, la voluntad de llegar a la verdad y, por cierto, el coraje y la honestidad para deslindar responsabilidades y proponer medidas.
Solidaridad Nacional anunció por declaración de su vocero Virgilio Acuña su no participación en su conformación y lo que ha suscitado incomodidad en algunos de sus miembros, como el Congresista Rondón que hasta sugirió la posibilidad de contemplar el cambio de vocero. Similares tensiones se presentan en otros grupos parlamentarios, se reabren intensas y nerviosas negociaciones, se reavivan viejas y recientes confrontaciones y entredichos.
Reiteramos lo expresado días atrás, la solicitud, conformación, conducción, manejo, las conclusiones de las comisiones, más que la pretensión de una objetiva investigación, se tratan como un ajuste de cuentas, y, al estilo del Ministro del Interior, se devuelve ataque por ataque. Lo dijo claramente el Congresista Oficialista Josué Gutiérrez “Nos defenderemos como dé lugar”; es decir, los nacionalistas van a defender, no a investigar.
Aparece, de lo que se conoce, que la Congresista Marisol Pérez Tello podría presidir la Comisión. Posiblemente sea de las pocas presencias con capacidad y seriedad. Esperaremos los días que se vienen.
TOLEDO Y “SUS” 4 SUYOS
Envuelto aún en la telaraña de ECOTEVA y los laberintos judiciales que parecen no terminar nunca, así como la preocupación cada vez más evidente sobre las eventuales consecuencias políticas en las próximas elecciones, Alejandro Toledo ha lanzado un grito a todos los vientos: “No me impedirán otra marcha de los 4 Suyos”.
¿Qué podría significar tamaña exclamación? ¿Es una advertencia o es una amenaza? ¿A quién o a quiénes? ¿Por qué? y ¿Para qué? y una cuestión más importante: ¿Con quiénes? ¿Tal vez con su pequeña portátil que lo acompaña en cada presentación suya?.
Realmente, el ex Presidente vive absolutamente en una nube, alucinando que su presencia política, su imagen, sus huestes, su desconocido programa y sus desconocidos objetivos, son tan subyugantes para la población que ésta la seguiría por donde vaya. Si bien soñar no cuesta nada, se dice, hay que tener siempre por lo menos un poco de realismo, un poco de conocimiento y un tercer poco de las propias posibilidades personales y partidarias.
Además ¿Fue Alejandro Toledo el artífice de “La Marcha de los 4 Suyos”? Esa apropiación personal de la más importante movilización de los últimos tiempos es por decir lo menos, afiebrada. Fue un acontecimiento fruto de la acumulación de las luchas contra la dictadura fujimorista, contra la corrupción, el aplastamiento de los derechos humanos, los asesinatos, por la democracia durante varios años, con el protagonismo del movimiento popular, gremial, sindical, político, juvenil, patriótico. Fue un proceso que encontró su clímax en la fraudulenta y delincuencial “Re –reelección” .
Los 4 Suyos no son hechura de ningún individuo particular, movimiento o agrupación social o política, pertenece a todo el pueblo. Alejandro Toledo tuvo la habilidad de aparecer en el lugar y el momento oportunos, con un discurso democratizante y de cambio que calzó con la protesta popular de entonces.
Necesitamos volver en más ocasiones sobre este tema. Ella merece muchísimas líneas más.